domingo, 21 de octubre de 2012

Como diria mi amigo Sergio: "CRÓNICAS DE UNA CINCUENTENARIA"

Cumplir cincuenta años… es toda una vida para algunos, para mí, es estar a mitad de camino, quizás es hipocresía disfrazada de optimismo por un gran miedo a la muerte. Lo que sí es seguro, es que he vivido muchas cosas, aunque ni un 10% de lo que hubiera deseado por muchas razones y miles de excusas que me he negado a “mi misma” cumplirlas.
No me arrepiento de lo que he hecho, no me arrepiento de a quienes he amado y a quienes he rechazado. Cada persona y cada situación han dejado una huella imborrable en mi corazón. Ha sido maravillo haber nacido en el hogar que Dios me asigno, con los mejores padres del mundo, aunque suene a cliché, con mis 5 hermanos de quienes siempre tengo algo nuevo que aprender y algo de que enorgullecerme.
Mis maestros, mis profesores, los colegios, los amigos que he tenido el privilegio de conocer durante este medio siglo han sido parte importante en mi vida. Las carreras que estudie y la que no he terminado, las que no he estudiado, son parte y culpables en gran medida de lo que soy. Los libros que he leído, la música que he escuchado, los poemas que he escrito son parte integral de este pequeño universo que se llama Euridice.
De buen humor, de mal carácter… alegre para todos, pero en los últimos tiempos, generalmente triste para mí. Agradecida a Dios por todo, pero inconforme siempre, soy un caleidoscopio de sentimientos, aspiraciones, deseos de ser mejor, con un profundo y marcado amor y devoción por mis hijos, a quienes amo con todo mi ser, a quienes aplaudo sus logros, incentivo a seguir sus metas, pero con la firme convicción de que deben arraigarse en sus valores y que nada ni nadie se debe interponer en su camino como hombre y mujeres de bien.
Son 50 años… para unos me veo vieja, para otros me veo joven, para otros represento exactamente la edad que tengo, para mi todos tienen razón, todo depende de quién es la persona que me está viendo y que está pensando o sintiendo cuando lo hace… Eso es bueno, es libre albedrío.
Realmente, esta parafernalia no es más que un Gracias, a Dios, a mis padres, mis hijos, hermanos, tíos, tías, primos, primas, madrinas, sobrinos, sobrinas, ahijados, ahijadas, ex _esposos, ex_novios, novio, cuñadas, cuñados, suegras, suegros, ex_alumnos, ex_compañeros de carreras, amigos de mi primera infancia, amigos de mi segunda infancia, amigos de la que está corriendo…, colegas, compañeras de trabajo, manas… Gracias inmenso y de corazón porque durante toda la vida me han enseñado que una persona a tu lado en la circunstancia que sea, te ayuda a que si estas feliz se multiplique esa alegría y si estas triste se divida ese dolor, todos significan mucho para mí y le dan tal sentido al hecho de habitar este planeta, que quiero que estos seres maravillosos compartan mis próximos cincuenta años más de vida… A esto lo llamo ingenuidad.
Siempre,
Euridice